Yo que fui un caballero
que libró batallas a muerte
nada mas que con una gran espada
manchada del soberano y sucio ego.
Aquel guerrero que salvaba damas
de dragones que lanzaban odio
con un toque de picardia los domaba
y enamoraba a cada damisela.
Cauitivado por la mas bella rosa
de un jardin que daba por marchitado
bastó impregnarme de su perfume
para quitarme la armadura.
La espada la cual me hacia poderoso
Era una cadena que me ató
mucho tiempo al libertinaje
y al camino de un errante.
No arrancare la rosa de ese jardin
por que puede que se marchite
postrare mi precensia ante ella
y con mi escudo la protejere.
Clavare mi espada en la tierra
, mantendre viva a la rosa
acosta de mi vida
por que la amo y es la razon de mi lucha.