Quedó otro día atrás que pude vivir,
cansancio simulo en las vagas letras,
a nadie le importa, ni a mí las vuestras.
Tregua, no deseo ni trato suplir.
Lo que temía siempre está presente,
los conflictos subyugué con premura.
No me atrae ningún premio basura
nunca hipócritamente soy sonriente.
Moví las raíces y salí airoso,
lo que tenía debí aprovecharla,
los minutos, las horas por probarla.
En la vida yo busco el armonioso,
trato de tornar paz a lo que es guerra,
mis odios sepulté bajo la tierra.
El señor de los fierros
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Los amores son trofeos, por suerte para ellos tuve bendiciones y acepto sin condiciones…