Es una mentira,
el mundo es una mentira,
nada ha cambiado.
Todo es igual,
exactamente igual
que hace poco mas,
de dos mil años.
La gente sigue matando gente,
aun seguimos robando.
No tenemos respeto por nadie,
ni siquiera nuestros padres.
Deseamos mas que nunca
la mujer de nuestro prójimo.
La vida en otras palabras,
es en si misma un acto
impuro.
La codicia es el pan nuestro
de cada día.
Y a pesar de que la verdad
nos hiciera libres
seguimos mintiendo.
Los chicos se van de fiesta
en el día que se supone
que te debemos honrar.
Ya nadie te recuerda
excepto cuando es necesario
un milagro.
Yo no creo que alguien,
en verdad te ame,
sobre todas las cosas.
Solo quisiera preguntar,
¿Por que subiste ahí?,
si sabias que nada,
cambiaría realmente.
Solo quisiera saber
¿Valió la pena morir,
por nosotros aquella tarde,
en esa cruz?