Miraba al horizonte,
buscaba entre las olas
color azul ceniza,
una razón para no recordar...
Frente a sí mismo,
veía como sus propios recuerdos
devoraban con hambrientas dentelladas
la frágil estampa de su atlética escultura
en aquellos tiempos...,
sus recuerdos de rosas
teñidos por al azul del arcoiris
estaban ya desteñidos entre ocre amargos
Como gotas de tinta debajo de su paladar,
erraba confundido en su interior
aquel marfil, aquel fuego, aquella oscuridad...
pero al final se trocó en victoria
triunfó su agonía,
transformó su tristeza
y entre todo aquello que nuestra sonrisa ansía
amó, abrazó, ...
y entre firmes pasos
dilataba la belleza
futuros comunes levantaba, construía
Refulgente estrella de plata
¡Armonía!