Nostalgia, tú, que me amarras
el pecho con cintas torpes,
me desgarras con mil golpes
cuando escucho las guitarras.
¡Me atacas con tantas garras!
¡Con tantas garras me muerdes!
Mis penas que son tan verdes
desgastan mi corazón;
me devoran la ilusión
y, tú, de mí no te pierdes.