La timida brisa de mi susurro a tus oidos,
es la misma que sopla lentamente en mi soledad,
tardío flotar del viento en el verano,
reverdecen mis ansias de tenerla en mis brazos,
como si fuera ayer, tan deprisa se ha ido el anochecer,
mi espacio filtrado por el afan del tiempo
me llevaron tan lejos de su presencia.
Como si fuera ayer, repitiendo el mismo desenlace,
la tengo tan cerca como la brisa entre los arboles,
el poema de mis labios en cada anochecer
no ha querido salir de mi garganta,
como si tus ojos paralizaran mi alma,
y el pecho latiendo en lagrimas desborda el silencio,
no es que haya olvidado las frases de amor,
es la timida brisa de mi susurro
quien se niega a hablar.
¿Será la dulzura que enjuaga a tu carita
la que me hace enmudecer?
Quizas el juguetear de tus cabellos con el viento
paraliza a mis sentidos,
quisiera colarme en las paredes de tus sienes,
quizas leería tus pensamientos,
quisiera ser la sangre que fluye de tus latidos
para leer tus sentimientos de mujer.
Una y otra vez, las aves volarán,
muchas veces mis manos palparas
el pulso inquieto me obliga a temblar,
sentiras mis latidos como estruendo en el cielo,
desearas descifrar y escucharme el susurro.
No se calmará el oleaje en alta mar
aunque mueran mis deseos,
no se apagará mi llama del amor,
no marchitaran mis ansias en tu lejanía,
siempre llevare este amor prendido en mi pecho,
pediré al susurro que diga \"siempre te amaré\".