Un amigo yo encontré cuando nada yo tenía,
y fue más que una amistad...fue un hermano de la vida.
Caminamos de la mano, juntos, con el mismo paso...
ni él adelante, ni yo atrás; si desfallezco...un abrazo.
Es por eso que hoy y aquí quiero contarles sin mitos,
que es la sincera amistad y el valor de un buen amigo.
Un amigo es como el sol en una tarde nublada,
tu sabes que él está allí... aunque no te diga nada.
Un amigo es la familia que tú has podido elegir,
para compartir tristezas y alegrías de vivir.
Será la oreja y el hombro que disuelven la “agallas”,
y con el alma en la mano...le digas “por qué la extrañas”.
Le contarás del trabajo que pudiste conseguir,
de las horas...y los días que no has podido dormir.
Y ha estado en esos momentos
que más lo has necesitado,
con su apoyo fraternal, sin horarios, sin pasado...
compartiendo sinsabores con su calidez de hermano.
Y ha de llegar ese día en que feliz le has mirado,
y sin que tu nada digas, él... te ha dicho que ha pasado.
Y han compartido el amor, el desamor, la familia,
los hijos, y los problemas que van llegando con prisa.
Esa prisa que la vida nos obliga a desandar
hasta el momento en que sueltes mi mano... para volar.
Y ese día pensaré, en los instantes vividos...
¿muchos...o habrán sido pocos? ¿quedó algo en el camino?
Y lo que más reconozco,
aunque parezca mentira...
la crítica a mis errores agradezco que me digas,
con tus palabras certeras y tu mirada incisiva .
Por eso querido amigo, disfrutemos este HOY,
y espera que ahora te cuento lo que recién sucedió...
como entonces, como siempre con las orejas prendidas
esperando las historias que relato día a día.
Y solo le pido a Dios si nos separa algún día
que sea yo el primero en comenzar la partida;
porque es cierto, no te veo ni te escucho a cada rato
pero sé que estás conmigo si necesito tu abrazo.
Y como ya estamos grandes no esperaré a mañana,
del hilo en el carretel, va quedando poco y nada;
por eso he de decirte, con el amor más sentido...
VIVES EN MI CORAZÓN, TE ADMIRO Y QUIERO... MI AMIGO.
Parafraseando a Serrat, que a veces logra mi llanto...
Sólo Dios y estas estrofas, saben, a quien nombro tanto.
Alicia Santi
08-09-13