Mi alma se ha perdido,
ansiosa busca un nuevo camino,
hoy solo son destellos errantes
que buscan su destino.
Tibias gotas de rocío
nublan mis ojos sin cesar,
imposible es contenerlas,
pues brotan como manantial.
Cargadas están de un sentimiento
que se niega a morir,
ocultan a un alma sombría,
cansada ya de tanto amar.
El pasado arrastra sin clemencia
a un presente incierto, que en desespero
grita por alcanzar un anhelo,
que ancló, en el mar de los sueños.
El espejo refleja a un astro resplandeciente,
con vivos destellos de un alma refulgente,
¿Podrá algun día volver a ser ese astro celestial,
con hermosa faz angelical?