Para mirarte, no necesito tener la vista
Porque te puedo ver con el corazón;
Para tocarte, no requiero de mis manos
Porque puedo acariciarte con mi mente;
Para abrazarte, no faltan mis brazos
Porque te abraza mi alma;
Para mimarte, solo necesito tenerte;
Para amarte, solo es necesario que existas.
Para no llorarte, necesito perder mis ojos;
Para no extrañarte, necesito perder el corazón;
Para no soñarte, necesito perder la cabeza;
Para no adorarte, necesito dejar de ser yo.
Para decirte que no, necesito fugarme
Necesito dejar de mirarte,
Dejar de pensarte incesantemente.
Para dar la vuelta, necesito otro cuerpo
Que no esté sujeto a tu corazón
Que no tenga la huella de tus ojos.
Para escribirte, solo necesito pensarte
Solo necesito la dulce sonrisa
Que dibujas diariamente en mí.