Cada mañana al despertar
veo tu cara recostada junto a mi almohada,
te observo detenidamente
y extiendo mi mano para tocarte,
desapareces, siendo solo una ilusión,
dejándome una sonrisa con la que empiezo el día
impaciente de que llegue la noche,
impaciente de que pasen los días.
Las horas pasan lentamente,
le ruego al reloj que apresure su paso,
guardo en mi mente el tictac cada vez mas lento,
las tardes se hacen eternas esperando el crepúsculo,
llega la noche siempre fría y callada.
Cuando el sueño me vence,
me aferro fuerte a tu olor,
a tu perfume que sobrevive solo en mi habitación
con el que sueño libremente toda la noche,
en ese sueño en donde estamos viendo las estrellas
como solíamos hacer cada noche después de la cena.
separados estan apenas nuestros cuerpos
pero no nuestras almas.
Estas en mis pensamientos,
en mi corazón,
en este Amor
...
Y aquí estoy yo imaginándote de nuevo,
dejando que deslicen suavemente de mis ojos
esos cristales hermosos que dejan mojada mi mejilla.
Cada mañana al despertar.