David Enrique Gómez Cáceres

CLAMAN CREPITANTES MIS SENTIRES

Acaso no vez que ruego un beso

que mis poros gritan tu nombre

que mis ojos no ven más belleza

y mis manos tiemblan cual hoja seca.

 

Acaso no vez que soy niño sediento

piedra porosa que se erosiona

clavel silente casi marchito

sediento, suplicando tu rocío.

 

Acaso no vez que soy nube blanca

nube leve sin viento ni pálpito

esperando que tus vapores

me vuelvan lluvia tempestuosa.

 

Acaso no vez que mis labios imploran

cual colmena sin abejas ni mieles

la dulzura de tus pliegues rosa

la melaza de tu ánfora griega.

 

Date bálsamo, que sucumban mis penas

dale muerte a tanta condena

derrama el contenido de tus elixires

por el que claman crepitantes mis sentires.

 

Por: David Caceres

       Managua, Nicaragua.