tengo que dejar de sentir tu presencia cuando tu ausencia recorre palmo a palmo mi memoria,
cuando el vacio de tus caricias se acomoda en mi pecho,
cuando el silencio de tu amor cosume mis horas, mis tristes y malancólicas horas.
Me tengo que acostrumbrar a tu olvido,
a saber que te necesito y tú no a mí,
a entender la falsedad de las palabras sobre las que forje toda mi fantasia amada
y....
definitivamente me tengo que acostumbrar al abandono de ti
como la realidad sombría en la que he de vivir.