Cuando el autobús llegó a aquella ciudad
Todos los pasajeros bajaron con su equipaje en la mano
Y yo,
espere a bajar el ultimo,
avergonzado por no tener equipaje que llevar.
Ellos llegaron para quedarse
Y yo tan solo había llegado para un instante
Un tiempo prestado con fecha de caducidad...
Tan solo un extraño en aquella ciudad...
Y aunque merecía tanto o mas que ellos allí estar
No hay nada que pudiera hacer contra la cruda realidad,
Que hablo e injustamente no me permitía quedarme en ese lugar.
Y cuando mi tiempo prestado expiró
Volví de nuevo a aquel autobús con destino a la frustració,
viajando oyendo aquella vieja canción,
Lloré al recordar que dejaba atrás
Mi realidad,
mi sueño
y mi ilusión