Qué hermoso sería que uno te hablara
y tu nos respondieras en algún lugar del alma
La verdad no se me ocurre cómo
Son cosas que uno piensa sin tener idea.
Y me pregunto: ¿esto, ya no existe?
Que una voz grave de Padre me dijera el nombre
se pusiera a conversar conmigo extensamente
me diera sus opiniones de lo que pienso y hago
y antes de equivocarme me diera un aviso
Y me pregunto: ¿esto, ya no existe?
Reviso y veo que todo esto ya ocurre
Sabemos qué no hacer y qué lugares no convienen
nos distes un detector para olfatear lo inmundo
y un sentido de cumplir lo que es debido
Ahora en esta guerra de campo de batalla oscuro
cuando uno siente que está solo solo
anhelo confiar que quiebras las lanzas de mis enemigos
Me digas que fracasarán todos sus ardides
que no gaste emociones en noches de miedos
Pues tu Reinas también las incertidumbres