Bajo la luna
(quien me acompañó en la distancia)
En medio de nubarrones oscuros
Y con una lluvia fina que tamizaba
El lienzo de esa tierra húmeda,
Apareciste resquebrajando las nubes
Cual rayo de luna.
Fuiste como el faro que orienta a los barcos
Para no estrellar sus frágiles popas
Contra los rompientes de escarpadas rocas
Que son los avatares, de ayer, de siempre, de ahora.
Tal cual apareciste, fugaz,
Te escondiste de nuevo tras los velos
Pero estuviste lo suficiente para desvelar mis anhelos
Y creer que, de recorrer el camino, era capaz.
Te estoy eternamente agradecido, “luna mía”,
Porque así te llamo, “mía”,
Aunque eres de todos y de ninguno,
Pero cuando más te necesitaba te hiciste cercanía.
Lo que fue otrora oscuridad
Se metamorfeó ahora en horizonte,
Y lo que era vagar sin rumbo
Era ahora mi brújula y oportunidad.
Gracias te doy, “mi luna del alma”,
Porque te has convertido de ella en “hermana”
Para recorrer la lejanía entre el cielo y la tierra
De la mano, juntos, a pesar de la distancia.