Si pudiera mirarte,
si mi piel una vez brisa se colara
grano a grano como arena
entre tus dedos,
si la mera noción de mirarte
fuese como un ave insistente
al borde de lo desconocido,
si un tiempo invisible fuese
toda mi memoria,
y en un disfraz o en una hoja
cambiara mi destino por sólo escribirlo,
si pudiera mirarte cuando me duele
tu nombre,
si pudiera mirarte para siempre,
mi amor.
Todo el espacio en mi alma se mueve,
las horas transcurren, resuenas, ligeras,
en leve murmullo mis ojos se lanzan al viento,
recorren las calles,
golpean las puertas,
abren las ventanas con loco soplo arrastrando suspiros,
y sin palabras comunico mi ansío,
¡si pudiera mirarte!,
mi callado albedrío de rayo de luna sutil,
de un amor en tanto llenas, cuando se atreve mi pensamiento.
Me doy cita con mis ansias,
esos sueños que se agitan en mi pecho conmovido,
mi deseo de tus labios,
del aire que respiras,
de tus ojos que esconden mi escondida alma de ser tu amante,
¡ay si pudiera mirarte!,
sentir un día de lluvia sabiendo que hay un despertar,
contemplar tu cuerpo al igual que a una rosa
y bajo la mano de la luz, inundar el cuarto
cuando pareces dormida,
cuando herida en manto la mar, rendida a tus pies.
Si pudiera mirarte,
si mis pasos avanzaran a ras,
si los pétalos pudieran decirte algo,
seguramente en tus ojos el amor sería un blanco en la pared,
un papel sin hojas brotando,
lágrimas de uno en el otro, como ayer.
T de S
MRGC