Fielmente te adoré en mi corta infancia
invocando tú presencia a futuro
y confesa en mi obsesión no hubo apuro
que mermara diligencia o constancia.
No hubo duda, imposible o circunstancia
que vetase el desenlace hoy seguro
y es que hoy habita aquí un amor maduro
que no entiende de tiempo ni distancia.
Porque amar ennoblece el sentimiento
y trasciende en el alma su razón,
para dar al espíritu sustento
y llenar de alegría el corazón.
Es amar del vivir un complemento
pero amar en la vida es decisión.