No me dejes ahora que soy esclavo de tus besos,
adictos de tus palabras perfumadas,
Ahora que soy dependiente de ti.
Que soy nuevamente un niño indefenso en tus brazos,
amame, y hasme crecer nuevamente la confiaza,
nutreme con la leche maternal de la alegria.
Deja que en mis noches las pase contigo aunque nos estemos juntos,
el sueño a de prestarme su caballo gallardo para ver tu rostro dormido, o tal ves despierto.
Pero no me dejes,
porque entonses la historia se volvera ilusa, y el viento cambiara facilmente su direccion.