Gorrioncillo, gorrioncillo,
mi dulce y fiel pajarillo
que puntual cada mañana
asomas por mi ventana,
cantándome un estribillo
¡mi compañero del alma!,
que cuando comienza el alba,
y yo salgo a mi jardín
me esperas con alegría
y me das los buenos días
con tu cuerpo saltarín.
Con tu aire provocador,
picaruelo y juguetón,
tu te acercas a mi mano
y cuando voy a cogerte
y pretendo acariciarte,
me dices bye,bye hermano,
hasta luego, hasta más verte.
Tu que inundas el ambiente
con tu dulce melodía,
que aunque no eres un jilguero,
tus trinos y tus gorgeos
son como una sinfonía
y me haces de repente
feliz para todo el día.
A ti lindo gorrioncillo,
inocente y bullanguero,
te dedico este estribillo,
por ser fiel y por ser pillo,
por tu seny* canturero,
porque me sale del alma,
porque me traes la calma,
por humilde y porque quiero.
Y te digo un secretillo
que aunque seas un humilde
gorrioncito aventurero,
yo quiero poner la tilde
y una vez más repetirte
que te admiro y que te quiero
* (en idioma catalán, traducible por sensatez o cordura;)