(Managua, 14 de febrero de 1991)
Cómo quisiera que las ideas brotaran como el agua
de un manantial, como el agua de un ojo de agua:
Incesante, continua.
Cómo quisiera que mis ideas brotaran jóvenes,
como cuando te conocí, como cuando te amé.
¡Cuánto te amé!
Porque a Dios gracias ya no te amo.
Pero sólo Dios sabe ¡cuánto te amé!,
¡Cuánto necesité de tus brazos, de escuchar en tus labios mis palabras!
“Te amo y aunque el tiempo pase…te seguiré amando”
Y ahora estoy aquí, haciendo un gran esfuerzo
para cumplir mi palabra.
Tratando de sacar mis ideas.
Me encuentro que estoy anacrónico,
que el tiempo me ha alcanzado,
Y que nuestros caminos se dividieron.
Pero dividido soy débil, y se quiebran mis pensamientos
en frases indescifrables que no pueden construir tu nombre.
¡Pero te sigo amando!
Sigo ansiando escuchar de tus labios mis palabras:
“Te amo y aunque el tiempo pase…te seguiré amando”