Nací una mañana de septiembre
cuando la primavera llegaba, rociando
de colores , las luces claras del alba
donde se esparcía tu aroma
de la noche a la mañana.
Y...tejí un arco iris
de pétalos en la alborada
los que fueron entregando
sus colores en cascadas
que colmaron la mañana.
Los lirios como alondra
volaron hasta tu casa
dejando el aroma impregnado
de mi ser en tu montaña
para que sientas la raza.
De un hombre enamorado
que de primavrea alcanza
a ser un brote de junco
como los de tu querida plaza
para verlos con esperanzas.