LEONARDO HENRRICY

SOY JOVEN DE CORAZON

 

 

 

 

Siento doblar de lejos las campanas

que anuncian en sombras perpetuas mi agonía.

Callado por sendas de amores divagando

voy cantando una canción sutil con armonía.

 

Todas las sombras de pronto se me acercan

a acariciarme en tenues bríos de congojas.

Y por el cielo brillando en mi mañana

un rayo de luz me anuncia un nuevo día.

 

Eterna paradoja de mi sino

de mis luces y mis sombras afligidas,

por los ruegos que brotan de mi alma

me tallan ansiedad de muerte y vida.

 

En el pleno suspirar de mis quebrantos

un susurro me palpita desde adentro,

que me dice y me bendice con un canto

embriagado en juventud y amor eterno.

 

Viviré...viviré hasta que muera

con el sentir eterno a mis espaldas,

de ver mi ahora entretejido en flores

y un corazón de juvenil encanto.

 

Que me importan ya los años si me pesan

como rayos que corroen la esperanza,

si en mi pecho late furia de una calma

con ensueños juveniles de añoranzas.

 

LEO HENRY