Como furia salvaje que no cede
El cauce de mis venas se abre, estalla
Por su cuerpo que aún a nada accede
No habré perdido si no hay batalla
Cual guerrero, así busco la contienda
Tu paso otearé, como atalaya
Cual corcel romperé la letal rienda
Buscando absorto tu aliento de miel
Lucirte quiero pues, mi excelsa prenda
La voz de la conciencia mordaz, cruel
Me ruge, rasga y mal me vaticina
Que cerca de mi flor, anda un doncel
Mi cuerpo vuela tal águila alpina
Locuaz, sutil, va como torbellino
Tratando de adular tu risa fina
Voy como el sol lamiendo su camino
Es mi viento el que riza el recio pelo
De ese corazón que embriaga mi vino
Y sobre esta verdad yo llevo un velo
Y en noches negras ella indiferente
A otro sirve y yo en trance de más celo
Amor contumaz no es jamás vidente
Mi historia lleva un ya, testigo muerto
La sé perdida cual eco en poniente
Vivo en alcahaz, mi pecho en lo incierto.