Lloré por tus ojos de marfil,
Por tener la mirada fría,
Ver correr las desdichas
Y almacenar imágenes quebradas,
Flotando sobre la llanura de tu voz,
Hice de aquel encuentro
Un desfile de versos,
Un gesto incomparable,
Dibuje un instante eterno,
Y hasta quise pintar ese encuentro entrañable,.
No pude huir,
No pude gritar,
No pude no amarte,
Tus manos hablaban sobre mi cuerpo,
Escultura viva, roca viva
O como mármol de una cantera virgen,
Dejaste en mí tus huellas,
Profundas, gigantes…
Hundidas en la piel como marcas del combate,
Yo en cambio, cerré los ojos,
Y preferí soñar….
En cada beso, robado de tus labios.
Julio Casati