“Ayúdeme por favor...
es que enfermo mi niño está!”
Con semblante de aflicción dice..
“Sus medicamentos
no los puedo yo comprar!”
“La prescripción?
Sí, aquí está.”
Saca un arrugado papel
y lo muestra sin protestar.
“Algo he podido juntar
mas me falta para completar.”
“Bien, -le digo- vamos,”
(la carencia a remediar)
“pídela y te completo
a la hora de pagar.”
“¡No! -responde-,
mejor deme el dinero
y yo la voy a comprar!”
“El dinero no te lo voy a dar,
pero te la voy a solventar.”
Hace una mueca de enojo
y me empieza a insultar.
“Pues entonces no me de na\'!”
“¡Es usted una tal por cual!”
Y con insultos, allá...muy lejos
me termina por mandar.
¡Ay...Los pobres!
¡Vaya mañas que se dan!