Benedetti
Cotidiana
Ya uno sabe que lo perdido ya no vuelve
Y para eso tenemos que rezar tal vez un padre nuestro
O dos o tres aves marías,
Pero eso es solo para aceptar lo que ya nunca vuelve.
Desesperados por el amor perdido empezamos
A darnos unos cuantos golpes de pecho hasta tentar el
Corazón a puño entero,
Empezamos por dar plegarias
Para que el amor perdido vuelva o no vuelva,
Pero en fin la plegaria es para dios con toda la
Fuerza que hasta seque la garganta
Ya crucificados, uno espera a que el cuerpo
Aguante tanta llega.