¡¡¡BASTA!!!
No permitiré que me arrastre la corriente de tu río de amargura, con tus nefastas actitudes hacia mí.
Esta es la última vez que mis oídos reciben tus gritos por algo que ni siquiera tienes la razón!
Desde ahora, mis oídos y mi corazón, se han cerrado para ti.
Ya me cansé de tus interminables silencios a mis palabras…, de mi soledad “acompañada”.
Seguiré adelante con mis sueños colgados al hombro, intacta mi alegría por la vida, con mi corazón lleno de amor… y en paz; seré un alma solitaria, como muchas existen en el mundo, con todo el derecho de amar y ser realmente amada sin escatimar cariño ni caricias, y siendo escuchada y respetada.
Ya no permitiré que arranques de mi corazón, el gozo que mi buen Dios me regala cada nuevo amanecer, para que yo viva feliz.
No dejaré que tu amargura, invada mis ojos de tristeza y esta se derrame en líquida agonía por mis mejillas.
Tampoco dejaré que tu indiferencia al hablarte, tu desamor al amarte, tus nulos besos y tus frustraciones, se impregnen en mi corazón.
Tu sigue viviendo en tu limbo, yo quiero vivir feliz en mi cielo.
De mis ojos, por ti, ya no verás derramarse más lágrimas, ni borrarás de mi rostro la sonrisa, al contrario, verás ahora una nueva sonrisa…, una sonrisa de un alma liberada… del yugo de la indiferencia… y la soledad!
Caudia Alhelí Castillo
14-09-13