Caes en una fantasía que puede ser eterna y acudes a un llamado inesperado.
Imaginas un mundo ideal cuando sus ríos a veces se comparan con tus lágrimas.
Nubes de un destino que nunca se cumplirá en mí, y huyes a brazos desconocidos.
Te vas, sí te vas donde el amanecer pueda hablar de sentimientos y el anochecer descansar en tus sueños.
Oh…! Ya no vendrás aquí pero siempre el cielo estará esperando por ti.
La dulce piedad cae de rodillas y los sonidos de la oscuridad gritan en este corazón.
Ya no escucharé tu voz, pero mi mente seguirá oyendo tu alma.
Islas de confusión tuviste y te di la mano pero la lluvia en esta noche ya no cantará por ti.
Acudes a un llamado inesperado y cierras un círculo de fuego sin calor.
Oh, nena! Ya no vendrás aquí pero siempre el cielo estará esperando por ti.
La nieve en este verano quema y los sueños duermen nena, duermen en un espacio sin final…
Una llave perdida, una puerta abierta que queda cerrada; volviendo a la nada estás tú corriendo en otra dirección.
La dulce piedad cae destrozada y los sueños regresan a dormir.
La nieve en este verano grita a este corazón y ya no oiré tu voz en este espacio infinito…
La dulce piedad cae y la nieve en este verano quema, oh; nena, quema como los sueños que ya no despertarán.