Lean mi anuncio: \"cambio mi hígado por otro corazón\"
¡no piensen que estoy loco, que miento o que esto es un señuelo!
quiero que me lo instalen con el que tengo en paralelo
para así conseguir la duplicidad de su función,
que eso es lo que a mi más me interesa, que es lo que quiero.
El hígado no me importa. La razón, a fuer sincero,
nunca me ha reportado a mi nada más que problemas,
-la ira, cólera, celos, envidia, enojo o desespero,
rabia, fobias, obsesiones que carcomen mi cerebro-,
sólo han sido meras excusas para escribir poemas.
Esta víscera, tan poco amable, regida por Plutón,
ha sido el responsable hasta hoy de todos mis desvelos,
¡pagar la pena, luego la contrición, pedir perdón!
-Freud, consulten, lo explicó bien al hablar del Super-Yo-.
después de la triste tempestad siempre llegan los duelos.
El objeto de este comercial, mi única intención
-esperando que puedas comprender a este vocero-
es que cuando por cualquier razón tu saltes al albero
y me brindes tu mejor toro tan henchida de emoción
pueda yo corresponder gritando a duo a tanta excitación:
que yo a tí también te quiero, que yo también te quiero.
©donaciano bueno