rodulfogonzalez

DIOSA

 

En el altar de mi covacha, bien mío, simple cual una gota de agua de nuestro río, menguado en verano y copioso en invierno, sólo estás tú.

Y a ti dirijo mis oraciones con fervorosa devoción, esperando que se opere el milagro de tu compañía para gratificar mi fe.

¿Oraremos juntos algún día?