Cuando uno pinta un cuadro,
Cuando llama a la poesía
Es otro que lo hace, no somos
Simplemente alguien nos habita
Es el milagro de Dios acompañado
Al crear, el artista es un instrumento
Un pedazo de sueño de otro lado
Que llega en sus manos a saberlo
Ahí está su cuerpo, de lejos viene
Su alma lo visita y abre el juego
La obra queda ahí
Sobre el papel nuevo
Las tintas, los colores dicen en silencio
Y el artista media sus recuerdos
No puede evitarlo,
En un momento inexplicable
Debe tomar distancia, debe obviarse
Aparece entonces la obra
En su independencia
Con mágica y formal tozudez
Como su mensaje inesperado
Independiente del todo, casi sola
Lejos del creador mediado
Ahí está para siempre, lo trasciende
Queda impresa en el espacio
Espera la muerte de todo
Sobrevive la circunstancia
Es amor, es distancia de toda excusa
Se hace cierta y nos supera
Derrota al mismo artista
Y desenfrenada, desafiante
Nos embiste con su belleza eterna
Se transforma en la verdad pura