evaprestes

Desmesura

Las manos se despiertan,

insolentes, ávidas, inquietas,

anhelantes, desquiciadas, hambrientas…

Las manos se extienden, buscan, rozan,

se posan, se deslizan, recorren,

acarician, enlazan, ciñen, estrujan.

Las manos hablan sin palabras:

musitan, susurran, vociferan demandas,

gritan, gimen, estallan en lamentos…

Las manos tiemblan, vibran, se agitan,

enloquecen, se enajenan, se desquician.

Y finalmente, ahítas de pasión,

se entregan, se abandonan, se resignan,

yacen sobre el tembloroso vientre

transpirado y se quedan dormidas.