Silencios grises
se fueron coloreando
con horizontes azules
que parecían lejanos.
Se fueron desvaneciendo
sumando madrugadas
en los tímidos capullos
de las ramas floreadas.
Se fueron hilvanando
recorriendo tejados
que después de la lluvia
quedaron goteando.
Silencios que se esfuman
y se van alejando
como barcos, de la orilla
y palabras de los labios.
Silencios en otrora inescrutables
por suspiros y besos acorralados…
Al final del invierno alzaron su vuelo
al ver la algarabía del verano.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 1309075728062
Maracaibo, Venezuela.