Si no tuviese tu amor,
no podría existir en mí, tanta felicidad.
Amándote, son más breves los días.
Aunque muchas veces quisiera que ellos
no acabasen nunca.
¡Qué bello es vivir amando!.
Contemplar junto a ti,
el anochecer y el amanecer.
La belleza de la naturaleza,
la belleza de toda tú.
Tomar tus manos entre las mías,
y besártelas ardorosamente.
Y tú retribuyéndome con tus labios,
el recorrer mi cuerpo... mi todo...
abrazarnos y amarnos...
haciendo muchas veces la competencia
de quién besa más...
¡cuánto me acompañas, amor!...
Inmensa dicha siento de tenerte
entre mis brazos,
entregándonos mutuamente
en cada centímetro de nuestra piel.
Mi corazón que late con la gran
alegría de tenerte en él.
Amándote, miro en la extensa
dimensión que existe cuando estás presente
y cuando no lo estás,
tienen similitud amor,
pero estar ausente no es lo mismo
que no estarlo.
Aunque en el amor, la distancia
no tiene importancia.
Lo vital y maravilloso es el sentir
del corazón y el alma.
Amándote, los sueños que no logro,
son más aceptados.
Amándote, los fracasos de mi vida
están siendo indiferentes...
Vivamos el presente.
No nos hagamos problemas,
si ayer no nos hemos visto.
Hoy nos veremos.
No pidamos más a la vida,
del amor que entre nosotros existe.
Lo importante es que nos amemos.
Amándote, noto en ti,
como tú en mí, el placer de amarnos.
Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 16/09/2013)