Aquella noche
nos quedamos en el granero
junto al camino de don Manuel.
Y compartiendo una usada manta
entregamos nuestras almas
pensando que todo se acababa
creyendo que el mundo
terminaba.
y antes de darnos cuenta
anulamos nuestro mundo
asumimos un cuerpo juntos
entre el sudor
Pasado el rato
monté un carro
que comenzó a operar temprano.
ella y yo nos separamos.
-estarás bien desde ahora,
aunque ya no existan horas-.
me dijo...
Desde aquella vez.
sentí que el mundo había cambiado
desee protegerla como un bien amado,
y precisamente pensando en ello
continué montado al carro
observando y pensando
...desde la ventana...