Tanto me prometiste que te entregué mi vida,
Tanto, tanto fingiste que voluntad perdí;
Hacía lo que tú, sin decirlo, pedías
Me sentía muy bien, satisfecho y feliz;
Pero rápidamente, sin piedad destrozaste
Todo cuanto te daba, no te importó mi amor;
Lo que más me dolió fue que quise buscarte:
Y me pisoteaste sin mostrar compasión;
Pero más me merezco por no ver tus mentiras
Por haberme confiado y por creer en ti,
Por no haber descubierto que sólo hipocresía
Era lo que ocultabas: justa pena es sufrir…