Tu dirás, cuando?, donde? Eso no es relevante para mí…
Te invito a un café porque necesito tenerte cerca, disfrutar de tu aroma, como disfruto el aroma de un café Colombiano recién elaborado, cuando sus partículas entran en contacto con mi paladar causando una rica sensación aromática, esa sensación que solo tú logras en mi, ¡Como el café!. No hay duda.
Deseo sentir tu fragancia, ese rico y particular olor que te caracteriza, así, tanto como la fragancia del café, ese olor que expele al momento de servirlo, esa misma que se desplaza al primer momento en que tienes contacto con él, la primera sensación perceptible al momento de paladear la bebida, es igual mi sensación cuando me asechas y te siento cercano.
Quiero poder saborear tu mirada cada vez que distraídamente me observes y yo haga lo mismo, te quiero saborear, como saboreo el café en las mañanas sobre todo esos días que lo reclaman para comenzar y necesitan cafeína para despegar.
Te invito a un café porque deseo sentir el placer de tu cercanía, el mismo placer que da en café cuando lo tomas y sientes el amargo pero placentero de su sabor, ese sabor que da su textura y consistencia, que puede ser fina y suave, como lo es tu mirada serena y clara, como lo eres tu, sutil pero misterioso.
Quiero sentir con tu compañía, que comparada con el café sería entendida como su calidad, aquella que hace adquirirlo o consumirlo volviéndolo necesario y satisfactorio, porque así son los momentos contigo, necesarios para mí y satisfactorios para mi vida.
Te quiero aquí, así y conmigo como el café, con todas esas características tan tuyas; tu fineza, tu forma, como el café, que su grano puede ser normal o convexo, y su fineza reclama paladares exquisitos.
Te quiero aquí, así y conmigo como el café, con el mayor grado de su composición química, porque eres la cafeína que enciende mis días y el delicioso sabor postgusto, que le queda a mi paladar después de degustarte, porque tu eres mi café con altura, ese que tiene un sabor mas conformado, ácido y amargo que se prolonga por mas tiempo en mi paladar, el sabor de ti que se queda conmigo cada que termino una taza de café.