a… Susana (POEMADELASU)
Después de haber leído aquél poema
yo, no dormí ante noche… ¡te lo juro!
Presentí que eras mía, en el impuro
(presentí que eras mía) En el esquema;
mis versos son ahora cual diadema
porque tú los forjaste como un muro.
Son un beso callado sin apuro
una caricia quizás vana y extrema,
sólo pienso un momento: me desgajo…
-el pensarte lejana- me atavío
de un dolor que me lleva hasta el carajo.
¿Dime entonces mujer… por qué hace frío?
Si el amor es calor. Y yo me rajo
mí este corazón, que ya no es mío.
“el poeta irreverente”