angelab

Carta a José

 

Diciembre, 18 de 2009

Querido Amado José:

                       Va de paseo el tiempo cuando estoy contigo.

¿Recuerdas ayer en las tardes de lluvia cuando derretíamos bomboneras de besos, cuando me cubrías los ojos de luces y hacías aguinaldos de versos tejidos en mi pelo?, cuando al oído decías:

Te esperaba luciérnaga

Para desandar avenidas

Te esperaba luciérnaga

Para borrar las heridas

Te esperaba luciérnaga

Para entregar mi vida

A veces eras un niño, a veces galán rendido y yo quería decirte de tu amor correspondido pero tachabas mis labios con el arco de Cupido…

Los chicos del barrio hacían coro a la risa de nuestras travesuras mientras repartíamos barriletes de sueños y dulces de querube: ¡cuánto te extraño, José!

He pasado días tristes sin ti pero ya es Navidad y, como estaré ausente algunos más, quiero que pongas en nuestro árbol una tarjeta para los Amigos del Alma, con ellos es la vida una alfombra oriental donde se puede viajar más de mil y una noche, días también.

Detrás  escribe estas palabras, por si se les ocurre mirar:

En ese Sitio del Alma

encontré Anymosa  distinción,

 pues los poemas de la suprema experiencia

Deliciosa ternura son.

Con su discreta Elocuencia

si Alguien me dice: Ben chyca que hace 43  años

 Yo Konocí el amor

 no reposo ni un Ra_tito,

 el Corazón de los sueños

me lleva hasta un Duende verde

que detrás de la Violeta

 me descubre a tu siempre enamorado.

 El Poema que usted dyce

ante H_ydras extasiadas

cuando Bryan las estrellas

 Blancas lineas será

de crissantemos plateados.

I van las manos regando la Semilla del amor

por el surco tempranero

que se asoma a la Ventana.

MañaNa no Verán los bardos marchita la flor de liz,

 Justo Al dueño le darán

una Lluvia tropical

porque Alexia anda buscando 56 primaveras

que olvidadas en Neptuno

   entusiasman el Trovador;

desciFran el klin de campanas como Sandias

de nubes;

Educan liCos bordando 

y regalan virtudes dignas de ser imitadas

por una Princesa de Dios

o quizá por la gitanita

que si llaMa la ira

                   un Carmín encendido besa los ojos al pecho abierto

y ofrece un Mar sin celitos.

Cuando El  vira Olivares deshechos por huracanes

florece  la amistad de Jhon, Pablox y Sergio.

entonces Anhelaré la unidad dispar de la Pereza  rendida,

porque  Acá no hay 69

melodías para versar

pero mucho voy a extrañar,

 y aunque no  los mencione a todos,

ya inventaré los modos

de volverlos a encontrar.

Si te encuentras en apuros busca a Rubén, su Biendonado tesoro es obra de Jesús, y es dadivoso y caritativo como él. No olvides desearles ¡Felicidades!

Es cuentagotas el tiempo cuando tengo que cumplir las prescripciones facultativas que me apartan de ti.

Mañana estaré contigo: nada sanará esta cordura.

T. Q. S.