Quiero que seamos amigos
o en su defecto
enemigos sin llegar a odiarnos.
Sin llegar a dolernos,
y sin llegar a olvidarnos.
Quiero que me des tus secretos
para así poder compararlos
con el más íntimo de mís recuerdos.
Y que puedas sanar tus heridas
y que intentes sanar las mías.
Quiero que tengamos un pacto
el de los verdaderos amígos,
el de la incondicionalidad.
Para en el fuego darnos agua,
y entre el frío tempestuoso, cobíjo.
Puede que seamos diferentes
pero sin duda, unídos,
fieles y juntos para con la tormenta.
Aunque tanta lluvia nos ahogue,
o que tanto trueno nos asuste.
Sin duda alguna, hermano,
quiero que seamos amigos,
aunque a veces sepamos dolernos
jamas aprenderemos a odiarnos,
ni tampoco llegar a olvidarte, ni olvidarme.
( Dedicado a mí gran amigo del alma, y hermano de la vida y el corazón, Ezequiel... Gracias por todo lo bueno, y lo malo que vivímos y atravesamos juntos!!!. Te quiere, Charlie!. )