Una copa de esperanza hallé al mirarte,
es cáliz sacrosanto en que anhelo brindar
son tus labios donde mi sed he de saciar.
El manjar del cielo deseo robarte.
Tu labio es agua dulce, el mío la barca
tu boca el puerto donde deseo atracar,
es manantial en el momento de besar.
En hora afrodisíaca travesía embarca.
En puerto amor y amar, mi beso fondea,
sabe flores tus besos, bendita sea
esa fragancia sublime tan singular,
endulza mi alma esa gota transparente,
pureza sublimas al besarte en la frente,
ternura de mujer se asocia al manjar.
El señor de los fierros
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No tengo un límite ni lo pienso tener, ahora que llega el momento de anclar mis besos en tus labios…