Sin tener ya esperanza, apareció un piso en el edificio que yo deseaba. Estoy con una esperanza que casi ya la había perdido, de tener mis cosas como debo y tengo derecho. Mientras tanto, ando el el dentista, cosa que me pone nerviosa, pero que debía de tener vergüenza de tener miedo. Delante de tantas enfermedades que otros tienen y son terribles, gracias, a Dios tenía que dar por solo tener que sentarme en la silla e aguantar un poco, los tratamientos.
Sé que voy a andar ocupada con la muda, que poco tiempo tendré para contar algo de mí en estos apuntes que hago en mi diario un poco confuso, pero un poco escribiré.
Como sé que cuando deje este mundo todo lo que me dice respecto será echado a la basura, en un libro quedará un poco de mi vida. Vivencias iguales, parecidas, con otras, cambios, tristezas, alegrías, maneras de ser un poco todos somos iguales en este caminar.
Me he sentido siempre haciendo parte del mundo, si no tuve mi sitio como quería, algo tuve. Por eso para quien no conozco que al otro lado del mundo leen, una vez por otra se acordaran que he existido.
De mil amores, de mil disgustos, de mil sueños, de mil desilusiones, de mil cosas sin importancia, es echa la vida y por eso tuvieran su momento.
No importa a nadie quizá que tenga miedo de ir al dentista, oh que sufra, ría, o llore. Para mí todo tiene importancia, pues soy yo y algunos más que están reflejados en mis cuentos. A quien he amado, éramos dos a saberlo. A quien he regalado mi vivi,r solo yo lo sé.
Lo que importa es cambiar, coger esperanza en pequeñas cosas con ilusión y sentir que por algo que hice tengo pequeños regalos, que me hacen feliz.
Con toda la fuerza que pueda, voy a dejar de pensar que alguien quedará enfadado, por me ver sonreír.
A nadie quito nada ni nunca he quitado, Pero tengo edad para coger lo que es mío. Las leyes de Dios son distintas de la dos hombres, yo cogí las primeras, con el cielo hablo y dentro de mi sencillez, soy un poco distinta, de los demás y tengo orgullo de ser como soy.
Lirio del monte en jarra de cristal, mirado con desprecio por bellas y caras flores en un jarrón de barro.
No importa de la tierra venimos, para la tierra volvemos.
Volveré a cantar mi canción al cariño, volveré a mirar mi cara al espejo y mis ojos brillando de felicidad.
Saldré de este tren oscuro y triste donde eh embarcado a la fuerza y otro cogeré para sentir el frescor que al fina,l Dios existe y me acompaña. Deseaba que ya fuera hoy, pero tengo que esperar un poquito más. Muy poco.
La maleta pesada del pasado, en una estación quedará cuando cambie de tren.
Acompañada por ojos llenos de ternura, que me calientan el alma, juntos iremos más allá del podrido que huele mal de gente que solo son figuras inertes en un escaparate de vanidad, haciendo de cuenta que viven y dejan vivir.
Sin hacer proyectos anticipados, sorbiendo el momento, al sabor de cada segundo, ya conseguiré tener de nuevo una casita mía y tuya. Amigo, fue tarde que llegaste, pero aun has venido a tiempo. Te agradezco todo lo que haces por mí.
Porto, 17 de Setiembre de 2013
Carminha Nieves