Cuando pasas por mi lado, contoneando tu cintura,
el ruido de tus tacones me confunde los sentidos.
Ocultas tú tantas cosas, entre las penas profundas,
que yo quisiera algún día penetrar en tus temores.
Esos temores de alcoba, de suspiros y quejidos,
a Dios agradecería, la oportunidad divina,
si yo pudiera sentirlos, muy cerca de mis oídos.
De conocer tus secretos, de perturbar tus mentiras.
Si son mentiras piadosas, que se escapan de tu pecho,
para alegrar mi infortunio, las desdichas que provocas,
dando valor a mi alma, a tu corazón bendito.
¡Si yo pudiera amor mío!,
decidir en tus virtudes,
no dudaría un instante en conservar tu ternura,
que siempre se manifiesta, en cada amor que perdura,
cuando pasas por mi lado, cuando mueves tu cintura.
Todos los poemas estan registrados