Mil historias ya dijeron mis palabras,
enclavadas en frases célebres de poetas,
una multitud de metaforas halladas en mis dichos,
mis dichos casi eternos delirando en mi paladar,
abro mi boca y empiezo a describirla.
Aquella mujer con carita de luna y ojos de estrellas
sus mejillas bañadas de fantasías,
los labios rociados de miel
y su cuerpo de sirena me hizo enamorar.
El atardecer ha abierto sus puertas al anochecer
un anochecer que te lleva a morar en mi delirio,
en nocturno misterio mi hada de ensueño
posada en mis brazos remeros,
deseo tenerla y hablarle solo a ella.
Se han marchado mis pocos amigos
cansados de mi artistico declamar
que solo nombra tu nombre lleno de ilusión,
mecido por la brisa sigo a tu suspiro
creyendo que yace en el aire que respiro.
Mirando a la luna exclamo sigilosamente
recitando diarios que hablan de ti,
lleno de reflexiones a mi encantado meditar,
como si la luna escuchara mis frases;
hablando solo entre la noche,
susurrando en los días,
gritando entre la gente
tu nombre alojado en mis latidos.