Una noche de danza, de bemoles.
Un loco con cordura, un fantoche.
Baja una alegre pena, cierra su escote
Que muestra tetas que nadie mira, que nadie come.
Letargo, una maciza cloaca, que llaman horizonte.
Mastican, saborean y pudren, ese inmenso monte.
No soy destino, soy eterno reproche.
Habito una vida, no sé en qué noche.
Buscame, comeme y no me derroches.
Vomitame, escupime
Y seré algún hombre.