Señor, te vengo a ofrendar mi vida
no puedo ni quiero vivir sin él,
perdona a esta alma perdida
y acéptala en tu vergel.
¿Dime qué hacer con los sueños del ayer
hoy atrapados en las nubes del tiempo?
Busco soltarlos con el nuevo amanecer
quiero ser feliz y no morir en el intento.
Pudiera yo ser la más contenta del planeta
si respiro contigo bajo la misma luna,
dormir a tu lado una noche completa,
y despertar junto a ti sumergida en la bruma.
Levitar con la brisa hasta tocar el cielo
dibujar corazones con pequeños luceros,
bordar el arco iris con suave terciopelo
y buscar una estrella que alumbre mis senderos.
Tus ojos me persiguen cual si fueran mis dueños
mientras que tu mirada me cubre con deseos,
palpitante me entrego a este mundo de ensueños,
disfrutando el amor con frenesí y sin rodeos.
Al verme iluminada por sus rayos plateados
solitaria y en silencio mis penas cuento a la luna,
y aunque ella me aconseje, no veo solución alguna,
¡Ya me cansé de esperar y ya no hay pena ninguna!
Si tú no estás aquí
yo te añoro en silencio,
mi amor vuela hacia ti
y en sueños te presencio.
María B Núñez