en una perfecta mañana,
llega nuevamente el amanecer,
escucho el latir de su música
su respiración en mi ser
otra vez, vi pasar una noche
dormir sin sentir el pasar del tiempo,
solo la soñé… otra vez la soñé
pero al besarle… ya no estaba
ahí, entre mis sabanas la tenia,
intentando recorrer su intimidad,
sin poderla poseer entre mis manos
sin entrar en su tierna alma
ni sentir su mirada al través de mi
guardan aun estas sabanas
la seda de su cuerpo perfecto,
viví otra alborada triste,
de un sueño que no se detiene
al amanecer
decidí prepara una taza de café
al mirar al espejo creí mirarla…
ilusionada en cada detalle mirándome,
ella también juega a mirarme, a sonreírme
volteo a mirar su fotografía
ella acariciando su cabellera,
me sonríe
Ganado tengo el pan… Hágase el verso!!
El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada.
Fueron pétreos los labios.
Miguel Hernandez
Flabio Marti and bad co.
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