Es lamentable que los caudales se hayan elevado y con ello todo debastado,
las lluvias descanzaron hasta ahogar los los pueblos de mi México querido,
los huracanes azotaron con furia las playas y ciudades costeras,
ahora entre lodo y escombros se mira la tristeza y la desolación,
Es dificil describir el sentir de miles de dagnificados por el temporal,
Es una solicitud de hermandad y de oración por los que sufren la innundación,
solo los que sienten hacen cadenas de ayuda sin marginar a los necesitados.
hoy es tiempo de compartir un poco de lo mucho que necesita nuestro hermano.