¿Será posible que cada vez que entro a casa
tengas que recriminarme?
No tengo ganas esta noche de escucharte.
Pues si tienes ganas de hablar, habla.
Haré de cuenta que no escucho...
¡Pero eso es imposible!
¡permanentemente me estás haciendo las mismas observaciones!
¡Déjame vivir en paz!
Me atrofias los oídos
con tu cantinela de todos los días...
me tienes cansado,
no quisiera entrar nunca a esta pocilga de mierda...
que cuide mi vocabulario...
¡a vos ya no puedo contestarte de otra manera!
¡Sí, vengo del boliche!, ¿y qué hay?...
No puedo ser dueño de mi vida.
Ya sé que en mi vida estás vos.
Pero dame un poco de respiro.
¡Deja de estar observándome lo malo que hago!
Fíjate en lo bueno...
¿qué es lo bueno?
¡Esto,toma!...¡plata, plata, plata!
eso es lo que tú quieres,
venga de donde venga.
Me observas que me la paso jugando...
si no lo hubiese hecho, no tendría esta guita.
Menos mal que te sonríes ahora...
pueda ser que te calles un poco...
pero no te mal acostumbres.
No puedo ganar todas las noches,
el juego es así, un día gano,
y otro pierdo...
no me vengas ahora con falsas caricias...
sírveme un poco de vino,
creo que me lo merezco...
después voy a darme un baño...
y me voy a dormir, si me dejas...
Bueno, en una de esas, te sigo la corriente,
y pasamos una noche bien bailada...
prepárate nomás, que yo ya vengo...
Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto -19/09/2013)