Me acomodé al dolor…
ya que iba a ser mi eterno compañero
lo hice mi mejor amigo (nunca me abandona).
Me acomodé a la soledad
porque siempre me ha perseguido
o quizás la perseguí yo y la encontré.
Me acomodé al silencio
porque en el puedo guardar mis gritos de dolor
me acomodé al desamor
cuando vi que el amor se me negaba.
Y así en un marco de dolor, soledad, silencio y desamor
mi vida se diluye como bruma